Rehacer tu vida

jueves, 3 de septiembre de 2009

El título de este post lo he venido escuchando en las últimas semanas. Me lo han dicho como consejo: debes empezar a rehacer tu vida, y hasta como reclamo: ya rehiciste tu vida. Lo cierto es que no sé como se hace eso. Ni siquiera sé si aplica. Rehacer suena a reconstruir a recuperar. Y yo no sé si necesito una reconstrucción.

Hace cinco días llegué a casa de mi mamá, desde aquí empezaré a vivir como divorciada. Desde aquí observaré el mundo y marcaré mi nueva residencia. Porque no pretendo que sea ésta. En esta ciudad pasé mi adolescencia y mi adultez joven, pero hace nueve años que no resido aquí. Así que hogar-hogar no lo es. Sin embargo, el tener un techo seguro me da mucha de la tranquilidad de la que tal vez otras mujeres no tienen cuando desean divorciarse.

En el juzgado ya tienen la demanda de divorcio, en unas cuatro semanas será la cita con el juez, y luego la sentencia: divorciados. Desde ahora ya me siento divorciada, el que era mi marido no aparece en escena y, por días, ni en mis pensamientos. Cuando me doy cuenta que no pienso en él me da gusto, porque significa que lo estoy dejando ir.

A pesar de cambiar de residencia y de estado civil, no me indentifico con el concepto de "vida destrozada" que hay que "reconstruir". Si, habrá que armar una vida social, económicamente activa y un espacio propio para el crecimiento espiritual, pero eso ha pasado cada que cambio de lugar de residencia, que cambio de trabajo, etc. Sin embargo, la vida, la vida de Bárbara es una sola.

Espero, que sea una que se vaya marcando por crecimiento y no por sus errores. Ahora me instalo en esta ciudad pero sigo siendo yo. Sigo deseándo amar y ser amada. Ayer, pensé al respecto, y caí en cuenta que pronto no habrá impedimentos legales para hacerlo. Espero no equivocarme mucho antes de encontrar a la persona adecuada que no sólo alivie mi actual soledad sino necesite ser amado como yo amo y necesite amar como yo necesito que me amen.

Siento que falta mucho para eso, y no está mal. En realidad, me gustaría dejar un tiempo sin estar en pareja y descubrirme por lo que soy y no por lo que otro espera de mi. Dios me ha dado paciencia y fuerza, El mismo me dará sabiduría. Ese es el argumento racional, lo que la gente cuerda espera que yo diga. Sin embargo, hoy más que nunca, deseo no estar sola. Insisto, que Dios obre en mí.

Voy bien. Cerrando mi anterior vida, buscando el que será mi nuevo favorito rincón, tratando de identificar el oído que estará para mí, el hombro que me detendrá cuando el llanto me llegue y las sonrisas que veré en momento de fiesta. Familia, amigos y sueños para mi desarrollo personal y espiritual serán mi focus a partir de ahora. Serán mi motor, mi contención y mi distractor.

2 comentarios:

Ana 5:54 p. m., septiembre 07, 2009  

siempre me pareció terrible esa frase de rehacer la vida, como si el divorcio o la separación nos dejara truncdos o por la mitad. Por algo uno se separa, para mantenerse "vivo" no languideciendo en una relación sin sentido.
un beso

Barbara 8:51 p. m., septiembre 07, 2009  

Totalmente de acuerdo Ana!!

Publicar un comentario

  © Blogger template The Professional Template II by Ourblogtemplates.com 2009

Back to TOP