Aumentamos los grados?

viernes, 7 de agosto de 2009

De pronto siento más de dos grados de separación. Por un lado Peter hace el más loable esfuerzo por ser un mejor hombre, por reconstruir amor y recuperar su matrimonio, y por otro yo voy sumiéndome más en un pantano que no alcanzo a ver donde termina. Un día de éstos te dejo Peter, para que éste sea un blog enfocado a algo bueno.

Es como si quisieramos mostrar al mundo lo que pasa en el ser humano cuando decide continuar o no continuar con su matrimonio. Cuando dice que si, como tu, caminas hacia la construcción, hacia ser mejor persona. Cuando dices que no, como yo, caminas en círculo y te sientes perdido. Tenemos un solo lector ¿el lo verá así?

Bien, pues mientras no te deje, aquí seguiré escribiendo mi proceso. Hoy fue un día especialmente duro. Lo fue porque decidí no negarme más a las invitaciones a salir que me habían estado haciendo mis amigos. Era en un bar, lo cual me atraía más que ir a casa de alguien, donde pareces estar más expuesto a los demás.

La música estaba bien, los acompañantes también, la gente nueva que conocí era simpática y linda.... pero no, algo no andaba bien. Dentro de mi. Dentro que piensa, dentro que duele, dentro que quiere dejar de pensar y que quiere dejar de doler y entre más hago el intento más me ahogo en mí.

Tuve el teléfono a la mano, porque me tenía nerviosa recibir una llamada. Y me mantenía nerviosa al ver que no llegaba ninguna. Que dura es la soledad cuando nadie te busca, cuando nadie tendrá una excusa por no haber llamado, cuando todos tienen una vida que vivir y suponen que vives la propia.

Vuelvo a casa después de insistirme a mi misma aguantar más tiempo ahí. Lo hago cuando se empieza a notar que mi sonrisa no es auténtica. El chico con el que platico quiere saber más de mi y yo quiero inventar un nombre y una profesión. Dejo de luchar conmigo y me despido sin dar explicaciones, todos suponen una razón que no es y no me importa que se equivoquen.

En casa pienso en una sola cosa: en querer estar en un mundo donde nadie me conozca, donde no recuerde a nadie, donde todos los nombres me suenen ajenos y no haya sueños ni historias. Quisiera borrar gente de mi facebook, a contactos de mi messenger, telefonos de mi movil... corazones que palpitan en mi corazón.

Dicen que hay cosas que no hay que hacer cuando te estas separando e incumplo con varias hoy. Es viernes por la noche, estoy sola en casa, mientras mis amigos siguen en el pub. Ellos bailan y yo lloro. Ellos ríen y yo abrazo una almohada con intensidad.

Insisto, deberíamos dejar a Peter en este blog y mudarnos a alguna cloaca a hablar de tonterías.

0 comentarios:

Publicar un comentario

  © Blogger template The Professional Template II by Ourblogtemplates.com 2009

Back to TOP